Entradas

Mostrando entradas de mayo, 2013

Eros y la doncella, o la revolución traicionada

“De la extrema desigualdad de las condiciones y de las fortunas, de la diversidad de las pasiones y de los talentos, de las artes inútiles, de las artes perniciosas, de las ciencias frívolas, formaríanse multitud de prejuicios igualmente contrarios a la razón, a la felicidad y a la virtud.” Tales palabras de Rousseau inspiraron los principios que la revolución francesa vendió al mundo: Libertad, Igualdad, Fraternidad, y que fue incapaz de llevar a la práctica. En Eros y la doncella (Verbum, 2013), un trepidante relato que nos sitúa en el centro de la revolución francesa, el escritor Mario Szichman (Buenos Aires, 1945) nos introduce en el ambiente de este convulso periodo de la historia de la humanidad, cuando fueron decapitadas miles de personas por venganza y por temor, pero siempre en nombre de la libertad y de la soberanía del pueblo. La guillotina aquí se nos presenta como un símbolo de la ruptura radical con el pasado, una doncella insaciable que inmola a los condenados, quienes

Purgatorios de aquí y allá, Sofi Oksanen

De las guerras y las revoluciones, o contrarrevoluciones, no se salva nadie, ni los que se quedan, ni los que huyen o son deportados. Los primeros deben renunciar a lo que fueron, someterse a los vencedores traicionando no solo a los suyos, sino a sí mismos. Para disipar cualquier duda en torno a ellos, pierden su pasado, borran sus signos de identidad y aprenden a separar lo que dicen de lo que sienten. Estos suelen caer muy bajo ya que solo ascienden denunciado a sus vecinos y a menudo traspasan los límites morales recurriendo a la calumnia para arrebatarle a los otros lo que codician. Los segundos, fuera del sistema impuesto por los vencedores, están condenados a no arraigar en ninguna parte. En su huida arrastran la nostalgia del pasado perdido, de los lazos familiares, de las raíces y de la historia que los constituye. Solo tienen como compañía el miedo y la desesperanza del extranjero, eternamente perseguido por sus fantasmas y, por los suyos, que son los mayores enemigos. Purga