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Mostrando entradas de mayo, 2010

La novela que no se ha escrito

Hay temas que parecen no agotarse, por ejemplo, la revolución mexicana que ha dado lugar a una larga lista de novelas, algunas de ellas extraordinarias, como las magistrales Pedro Páramo de Juan Rulfo y Recuerdos del porvenir de Elena Garro, La muerte de Artemio Cruz , de Carlos Fuentes, hasta Nadie me verá llorar de Cristina Rivera Garza. Lo mismo ocurre en Colombia con la violencia de los años cincuenta, a raíz del asesinato del líder popular Jorge Eliécer Gaitán, que dio lugar al género conocido como "novela de la violencia" con obras importantes como El día del odio de J.A. Lizarazo, a la que siguen las novelas El día señalado de Manuel Mejía Vallejo, Cien años de soledad de García Márquez, Cóndores no se entierran todos los días de Gustavo Álvarez Gardeazábal o El crimen del siglo de Miguel Torres. El hecho es que se trata de episodios que abren una grieta en la historia de un país, que dejan una huella en la memoria, una herida que no se cierra. El tema, a la fuerza, s

J. M. Coetzee. Desgracia

Nada más desolador que esta novela de Coetzee que pone de relieve las contradicciones del presente en la, para nosotros, lejana Suráfrica, donde sobreviven dos mundos enfrentados: el que podríamos llamar "civilizado", occidental y blanco (como punto de vista, más que como etnia), y el rural o tribal. En uno y otro los hombres y las mujeres ven amenazada su seguridad. En la ciudad es el fanatismo y el oportunismo de los que se creen dueños de la verdad; en el campo son los bandoleros y las tribus con sus leyes que amenazan con devastar el mundo de los granjeros, descendientes de los antiguos colonos. El caso es que la raíz cristiana que sostiene la cultura occidental presenta dos caras: o se da la espalda al espectáculo de la lapidación o se sacrifican la razón y el sentido de la justicia para no perder el lugar. Y es que tras la caída del régimen del apartheid, no es que esperemos milagros -porque el odio alimentado durante siglos de segregación, no es menos soterrado que los

Milagros Salvador. Jornada de retorno

La semana pasada asistí a la presentación de este libro (editado en Madrid en los sellos Visión Libros y Lord Byron Ediciones), con el que mi amiga Milagros nos deleita llevándonos a la infancia.¡Qué casualidad, es el segundo de este año que tiene como tema la infancia! ¿Será por algo? Quizás. En primer lugar, he de decir que desde que conozco a Milagros Salvador he asistido a casi todas las presentaciones de sus libros, y en cada una de ellas ha sido muy reconfortante disfrutar su estilo, porque además de leer, charla con nosotros, al tiempo que nos da lecciones de poesía, mientras va deslizando con modestia su gran conocimiento de la tradición, desde los griegos que repasa con solvencia, pasando por la mejor poesía española, hasta sus contemporáneos, de modo que cada lectura no sólo nos ofrece su bella poética, sino que además nos regala su saber, porque desglosa conceptos, abre horizontes, interroga y responde de manera sencilla y clara. Jornada de retorno se abre con este epígrafe:

Philip Roth. La mancha humana

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El episodio de Mónica Lewinsky, en los años noventa, representó un punto de inflexión para la sociedad norteamericana porque evidenció su doble moral. Philip Roth nos lo recuerda en esta novela que expone el problema racial con toda su complejidad, en un momento que podríamos llamar "estúpido" para cierta intelectualidad, vinculada al mundo académico, que antepone sus intereses a la inteligencia y al sentido común, apoyada en eso que designó como "políticamente correcto". Lo que ocurre es que la fórmula se aplicó más al "decir" que al "hacer", dando lugar a contradicciones e incongruencias insólitas. El personaje Coleman Silk es un individuo que destaca en su entorno, una comunidad negra que padece la segregación en los años cincuenta y sesenta. De piel clara, se incribe como blanco en el ejército y al regresar a su país se mezcla con la intelectualidad blanca. Al ser rechazado por su novia, cuándo le presenta a la familia, decide dejar atrás

Lucía Donadío. Alfabeto de infancia

El 2010 me trae un regalo que he disfrutado enormemente, el mejor que nos pueden hacer cuando la vida nos concede un trozo de tiempo para dedicarlo a la lectura. Se trata de Alfabeto de infancia , conjunto de relatos breves que se publica bajo el sello editorial Sílaba, una pequeña editorial situada en la ciudad de Medellín, donde reside su autora. Este libro inaugura la colección "Mil y una sílabas", proyecto que sin duda tendrá un futuro promisorio por las personas que han puesto la ilusión y la inteligencia en él, con el deseo de que la literatura avance por los senderos de la imaginación, atraviese océanos y llegue hasta nosotros. El libro está dividido en tres partes: “Aeiou”, “De barcos y zapatos” y “Silabario”, y cada una de ellas nos van descubriendo un universo de personas, lugares y cosas. Tiene la virtud de devolvernos a la edad dorada en la que el mundo alrededor nuestro estaba revestido de magia, como aquel jardín de la casa donde se refugian quienes tempraname

Adriana Hoyos: La torre sumergida

El pasado jueves 10 de diciembre se presentó en el el Centro de Arte Moderno de Madrid, el libro de poemas de mi amiga Adriana Hoyos, que ve la luz en la colección "Biblioteca íntima" del sello March editor de Barcelona. Conozco a Adriana Hoyos desde hace veinte años. La conocí en Bogotá cuando ella agitaba el ambiente que la rodeaba, el de universidad Javeriana donde cursaba la carrera de Literatura, una institución regentada por curas jesuitas, pero animada por algunos intelectuales contestatarios, invitados a dar cursos, para que el alumnado se olvidara por un momento del espíritu confesional que regía el claustro. A través de esas fisuras, por suerte, el arte y la poesía tocaban los corazones de algunas criaturas inquietas. Adriana no sólo era una estudiante inquieta, sino además alguien muy singular por su historia familiar, ya que viene de una familia de músicos, de niños violinistas que sorprendían al auditorio por su precocidad; y pese a su juventud, en aquel tiempo,

Los congresos académicos

Hola, a quienes me han preguntado por este encuentro, bajo el lema Sguardi dai/sui Sud: Meridione, Mediterraneo e Sud Globale, decirles que confirma mi percepción respecto a lo mucho que nos falta por equiparar la capacidad de conceptualizar con nuestras actitudes. Quiero decir que, por un lado, están las ideas que nos formamos y por otro, nuestro comportamiento. Este congreso afianza mi idea de que más importante que el currículum académico y la categoría profesional, es la persona, su manera de acoger al otro, su apertura y amplitud de miras. Esta introducción para explicar que el tema sobre el "Sur" como concepto en la actual sociedad, y como imaginario, como invención del "Norte" para descalificar a esa otra parte del mundo que considera "inferior", se expuso con juiciosa argumentación. Mención especial para Roberto Dainotto, profesor en Duke University; Serena Guarracino de la Universidad de Nápoles y Mercedes Arriaga, de la Universidad de Sevilla. El

Congreso en Italia

Los días 26, 27 y 28 de noviembre estaré en Bari, asistiendo a un congreso organizado por la Universidad de Bari. Presentaré una comunicación en torno a José María Vargas Vila. Quien quiera consultar el programa, puede hacerlo a través del portal del hispanismo http://hispanismo.cervantes.es.

Bienvenida

Un saludo muy especial a quienes como yo giran alrededor de la escritura y la lectura entendedida también como interpretación de los signos del arte y de las señales que nos rodean. Periódicamente pondré críticas de libros y de películas que espero compartir, para abrir con ello un diálogo, a la manera de una charla informal entre amigos.